En julio de 1998, realicé un taller de algo llamado Movimiento Autentico. Fue una experiencia que me cambio, uno de esos virajes fortuitos que te llevan en otra dirección; otro mapa y un nuevo territorio por explorar.
La vida siempre continua, se abre camino, de modo que eso se integro y proseguí, sin mirar atrás, con fuerza y suavidad. Una combinación de elementos que no siempre he podido expresar con claridad.
En septiembre de 2011 sentí fuertemente la necesidad de retomar ese trabajo, para mi y para otros. Creo firmemente que es un trabajo necesario para quien esté en proceso de autodescubrimiento. Gracias a las maravillas de la red contacté con Marcia, la mujer que me facilitó y acompañó en esta experiencia, y que si tiene que ser estará en España pronto para trabajar con esta herramienta.
He preparado una presentación sobre el qué y el para qué del Movimiento Auténtico que aquí os dejo.