viernes, 29 de junio de 2012

Metáforas de viaje


Una mujer reconoce el espacio que contiene y espera llenarse reconociendo el contenedor.

Un hombre  se interrumpe y se consuela con una mujer sumergida en su agua cristalina y que antes transportaba.

Una pareja descansa acompañados por el sonido de algo que nace y contagia.

El sonido grave aumenta y borda la meditación

Una mujer sostiene el sonido de un cuerpo de hombre y otra sostiene a los dos.

El que se movía siente  el impulso de ir hacia allí y descansar su cabeza con ella para dar su sonido y completarlo.

La otra que se movía llegó y pudo descansar, y con su apoyo la voz  surgía con más fuerza  hacia la tierra. La energía brotando de su garganta, al compas de su recorrido por el cuerpo. 

Yo vi una mujer que iba hacia donde quería ir, hacia donde sentía quería estar. Era tan sencillo y exacto, tan cierto.


viernes, 15 de junio de 2012

Las fuentes del entusiasmo



Las conversaciones de otros a veces entran sin querer escuchar.  Palabras al vuelo que se captan,  toman movimiento y empiezan a dar vueltas dentro, en espiral.

Deberíamos hacer terapia de pareja- dijo él.
S i l e n c i o
Para qué? !!! - preguntó ella
S i l e n c i o
Por si nos ayudan a recuperar el entusiasmo.

Recuperar el  e n t u s i a s m o. Esa palabra, en ese momento, en ese contexto, me cautivo. 


Y ahí me que quedé con mi café;  e n s i m i s m a d a ...., palabra que también tiene su miga, la verdad.

Pero a lo que iba, como básicamente ese es mi trabajo, poco después volví a escuchar. Esta vez con intención, acompañando a alguien que necesitaba ser escuchado, sobre todo en lo que no decía. Y otra vez oí esa palabra:

Es que me falta el entusiasmo.... (ahí había ritmo y conexión con algo ), no se si tengo ilusión....(ahí se ralló el disco, con ese ruido inconfundible de corte).

Porque entusiasmo e ilusión no es lo mismo. No. Tienen cualidades diferentes, son estados diferentes.  Es como el ser y el estar, que aunque como verbos no los ponen igualados, no es lo mismo (como la canción). Incluso creo recordar que cuando estudiaba los verbos la cosa era ser, estar o parecer. Madre mía.., entonces como que parece que se es o parece que se está no? Esto también tiene su miga. De hecho, simplificando mucho,  es a lo que los budistas llaman ilusión o pura apariencia y el causante de todo nuestro sufrimiento dicen.  

Ilusión. Su significado contiene varias acepciones:  cualquier distorsión de una percepción sensorial, una esperanza infundada o espejismo, la esperanza o anhelo de algo concreto. 
El diccionario matiza que la  acepción positiva del término se da exclusivamente  en el castellano y tiene su origen en la época románticaImpresionante.


En fin Interesante seguir el hilo de las connotaciones de la palabras. También su etimología. 

Entusiasmo, proviene del griego en-theós. o sea, sentirse poseído por un dios. A su vez, la palabra theós tiene su propia etimología: “lo enérgico”, “lo poderoso”.  Para los griegos,etimológicamente hablando, entusiasmo significaba “tener un dios dentro de sí”. Mitológicamente  relacionado  también con las sibilas, mujeres sabias de la antigüedad entheosadas o entusiasmadas y con capacidad profética . 


En definitiva entusiasmo e ilusión nada que ver. La ilusión es efímera, puede ser engañosa y tiene algo de superficial. Orientada hacia algo concreto. No implica pasión enardecida, tampoco interés demasiado genuino  porque puede ser voluble y sujeto por tanto a estados de ánimo o circunstancias cambiantes.


El entusiasmo es algo así como el eterno divino que desciende y  se encarna a través nuestro La conexión vital, la inspiración, la fuerza que impulsa a actuar en el mundo y transformarlo, la confianza en uno mismo y en los demás, en la vida, en el amor.  Es compromiso con lo que siento, creo, pienso y hago. Es coherencia.


La ilusión se construye, el entusiasmo surge de modo natural, es espontaneidad pura. Es la alegría de vivir por vivir, es compartir y ofrecer lo mejor de uno en cualquier ámbito, en cualquier lugar de nuestra área de influencia


Porque el entusiasmo es el motor de cualquier transformación, y por eso hoy, tal vez más que nunca, necesitamos beber de su fuente, preguntarnos en qué lugar lo perdimos y recuperarlo, por nuestro propio bien pero sobre todo por el bien de  todas y cada una de las pequeñas  grandes superpotencias que son y serán nuestros herederos.

Por cierto creo que la pareja del bar tiene buen pronóstico, al menos si ella pudiera o pudiese  escuchar.


miércoles, 6 de junio de 2012

Porque allí donde hay una esperanza siempre hay una prueba. H. Murakami, 19Q4 Libro 3



Dicen que en alguna parte de nuestro interior residen todas las  respuestas. Esto puede parecer tan manido como cuando te dicen no te preocupes, se tu mismo!! ..., como si siendo ese mi mismo todo se plegara ante mi tal y como deseo o necesito. Ya...

 Y quien soy yo? Quien  es ese mi mismo?

Una cosa parece clara, las buenas respuestas  siempre necesitan de las preguntas adecuadas y para eso hay que quedarse un poco en bolas. Para preguntar y para responder.

Porque  ¿con qué mi mismo me identifico?¿con qué etiquetas me defino? y ¿cuales son las etiquetas con los que los demás me identifican? Porque es en esa constelación de respuestas en el que obtengo a mi mi mismo. Pero eso ¿soy yo? ¿un cúmulo de signos de identidad basados en las circunstancias de procedencia,  de status y de valores más o menos honestos, más o menos solidarios, más o menos coherentes, más o menos demagógicos, más o menos firmes? ¿un manojo o bien ramillete de reflejos que me devuelve el espejo que son los demás?

Si y no. 

Si porque esa es la matriz donde todo empieza. No podemos crecer sin la mirada del otro, que nos devuelve quienes somos. La primera la de mamá. Con suerte será empatica, cálida, amable y justa; entonces las etiquetas con las que nos identificaremos serán  lo suficientemente saludables para poder amar y sentir nuestro mundo personal  como un lugar no demasiado hostil. Y construir.

 Lamentablemente no siempre es así. Y aún así no esta todo perdido, eso lo se. 

No porque todas esas etiquetas no definen lo esencial, que  está en  el silencio del interior. Ahí no hay juicios de valor, ni se persigue un objetivo, no hay que especular, ni pretender, solo esta uno que percibe, con la atención total aquí y ahora, con el sabor  de algo mayor  por instantes,  en descanso del mi mismo.  Afortunadamente eso está al alcance de todos, porque para meditar basta con una mandarina.smoda.elpais.com/articulos/para-meditar-solo-se...mandarina/1528

Al alcance de todos. Esa es la esperanza.